Llevo todo el fin de semana leyendo todo lo que cae en mis manos y no salgo de mi asombro, las cosas están realmente mal. Algo huele muy mal al sur de los Pirineos. Una democracia sana necesita de unos medios de comunicación veraces e independientes. Los periodistas deben convertirse en el “enemigo”, en el látigo de políticos, empresarios, corruptos. A tenor de lo que se puede observar en nuestro país, tenemos un grave problema de calidad democrática.
Los medios tradicionales se han convertido en grandes conglomerados mediáticos preocupados de las cotizaciones de sus acciones en bolsa. Los departamentos comerciales han sustituido a los consejos de redacción en un ejercicio de realidad absoluta. El resultado es el adormecimiento absoluto de la hecho noticioso y la construcción de un metarrelato al servicio del complejo “político-empresarial”. Los medios de comunicación deberían cumplir una función social, la de salvaguarda de los derechos ciudadanos, la de denunciar las injusticias y los desmanes promovidos desde cualquier instancia de poder. Esta es una labor incompatible con su concepción como negocio puro y duro. El problema es definir la financiación de los medios para que realmente sean independientes, el extremo de una financiación sin agobios serían los medios públicos.
Mala experiencia
España está plagada de televisiones públicas de todos los pelajes financiadas con el dinero de nuestros impuestos. Al margen de haberse convertido en un coladero de amiguetes y de empresas de dudosa profesionalidad, estos medios emiten, salvo honrosas excepciones, propaganda. Es lamentable observar como para Canal 9 de Valencia no existe el “Caso Gürtel”, Tele Madrid se ha convertido en la fanfarria de Esperanza Aguirre o Canal Sur se dedica a adormecer a los andaluces con una imagen ruralizada de su comunidad autónoma.
Los políticos han convertido los medios públicos en meros altavoces de sus filias y fobias. A pesar de las denuncias de las asociaciones profesionales, las prácticas mafiosas en las redacciones van en aumento, lo que tiene como efecto que los propios periodistas se autocensuren por miedo a que los releguen al cuarto de los ratones o se proceda a su despido disciplinario. ¿Hacen falta tantas televisiones públicas si la calidad de su información (no hablemos de la programación de entretenimiento) es ínfima?. Por mi que las cierren todas y se gasten el dinero en sugus para todos.
En el otro extremo de la información están lo anunciantes, una amalgama de empresas e instituciones cuyo interés es salir muy guapos en la “afoto”. Para garantizarse una excelente cobertura se recurre a especialistas en comunicación que se encargan de las relaciones con los medios. Aquí comienza el juego de las presiones, de los silencios y las zonas grises, de la propaganda y las palmadas en la espalda. Jefes de prensa de instituciones convertidos en la voz de su amo completamente talibanizados, grupos de presión interesados en que la publicidad se convierta en información.
En Internet las cosas están parecidas, a falta de que se pueda discriminar la calidad de la información, que se repite hasta la saciedad de forma clónica, son muy pocos los medios específicos que no recurren al corta y pega de agencia y realizan una labor arrojada y valiente.
El resultado son unos medios de comunicaciones al servicio del poder económico y político compuestos de propaganda, algunos temas interesantes que algunos redactores cuelan valientemente y temas intrascendentes escorados hacia la prensa rosa (sección deportes incluida).
Lamentablemente el periodismo ha muerto al servicio del capital y del poder y con él muere nuestra democracia (si alguna vez realmente ha existido).
Creo que lo ves todo de forma demasiado pesimista, Gorka. Hay muy buen periodismo en España en todos los medios pero pasa desapercibido porque es lo normal, debe ser un servicio público. En cambio, cuando los medios o los periodistas se prostituyen llaman más la atención. Muy oportuno que hayas publicado esta entrada el Día Mundial de la Libertad de Prensa ¡Enhorabuena por tu blog!
Estoy completamente de acuerdo contigo. Existen muy buenos periodistas, excelentes. El problema es el medio, ya que el periodista al final es reo del medio en el que trabaja.
Saludos
Sin dejar de apoyarte en el «todo es mentira» que yo pienso con demasiada frecuencia, creo que te quedas en los titulares, pero está bien estallar, gritar, desahogarse de vez en cuando. Digo esto porque confío en que aún hay profesionales que pueden escribir o hacer reportajes sobre lo que quieren, y se leen y ven, aunque no en prime time ni en las portadas, por lo general, salvo que tengan las bendiciones de quien tiene el mando, que a la postre, es quien tiene el dinero. Un abrazo!
Me alegro de tenerte por aquí. En un espacio tan corto pretendo dar pinceladas. El problema es del medio, es decir ¿Cual es la función que cumplen hoy los medios? Evidentemente no es la de satisfacer al lector normal. al ciudadano, pretenden satisfacer al conglomerado político-económico-financiero que son los los dueños de los medios o los inversores mayoritarios. Las noticias son propaganda en su mayoría. Y bien es cierto que hay excelente profesionales, pero es el propio medio el que se encarga de silenciarlos.
Buen artículo
Me gustan tus crítiicas, pero estoy de acuerdo con el resto de comentarios, existe el buen periodismo aunque esté eclipsado por las crónicas rosas y demás que es lo que interesa para tener entretenido al personal. Un besito.