Gabriel García Márquez concluía de manera lapidaria su obra “El Coronel no tiene quien le escriba” con una contundente respuesta que el propio Coronel daba a su esposa cuando ésta le inquiría sobre que comerían. “Mierda” respondía un tipo cansado de corruptelas y que mostraba un gran sentido del honor.
Esta es la situación en la que se encuentran millones de ciudadanos españoles cercados por la incompetencia de las administraciones públicas, con oficinas de empleo que, como en el caso andaluz, ofertan menos de 900 puestos de trabajo para más de 190.000 demandantes; una clase política ensimismada en su mediocridad y prebendas; unos sindicatos sobornados con dinero público y que únicamente representan a los funcionarios. Para rematar el panorama, una patronal capitaneada por el jefe de los golfos apandadores.
He sido un currela como tantos, toda mi vida, como mi padre, mis abuelos, todos se ganaron honestamente la vida. Alguno de ellos tipos broncos, de raigambre obrera que al final de sus días se avergonzaron del putiferio en que se había convertido esto que nos empeñamos en llamar España.
La aprobación, el pasado día 9 en el Congreso de los Diputados, de la Reforma Laboral tendrá como efecto inmediato la convocatoria de Huelga General del próximo 29 de septiembre, un evento festivo de dudosa efectividad. Y es que el horno no está para bollos, según las encuestas, el 75 por ciento de los trabajadores (no sabemos nada de los que no tienen empleo) piensa acudir a su puesto de trabajo. Y es que los sindicatos no se enteran y nuestros legisladores pasan absolutamente de todo. ¿Como calificar a una legislación laboral que permite al empresario no pagar los salarios de sus empleados durante meses y que estos tengan que seguir presentándose en su puesto, poniendo de su bolsillo desplazamientos y comidas?
Sinceramente, no me importaría que se estableciese el despido libre siempre y cuando el sistema judicial funcionase. Así que yo reclamaría un marco muy flexible con costes más razonables para los empresarios pero en el que la fuerza de trabajo fuese un bien controlado por el trabajador. En caso de conflicto, lo que deberían funcionar serían los tribunales, con juicios rápidos que protegiesen a los trabajadores de las arbitrariedades de la patronal y que pudiesen establecer sanciones punitivas ejemplarizantes que resarciesen a los despedidos de una manera injusta. Otra de las propuestas sería acabar con la impunidad de los dueños de las sociedades haciéndole responsables de las quiebras y los impagos con sus bienes personales. Conozco el caso de grandes promotores, hoy supuestamente arruinados deudores de millones de euros a sus trabajadores, que mantienen el mismo nivel de vida y que siguen especulando con sus posesiones en Miami. Mientras tanto, los antiguos trabajadores agotan sus prestaciones y enjuagan sus lágrimas de rabia con sentencias judiciales totalmente inútiles conseguidas tras meses (e incluso años) de espera.
La realidad laboral de este país son sueldos que llevan bajando los últimos quince años, -donde ser mileurista se ha convertido en un lujo-, jornadas laborales inacabables sin ningún tipo de conciliación familiar posible (otro de los grandes fiascos del señor Zapatero). En resumen, un marco de relaciones más propio de un país en vías de desarrollo que de la sociedad moderna que pretendemos ser. Al margen quedan los funcionarios, de los cuales, el 30 por ciento deberían estar engrosando las oficinas del INEM o sus homólogas autonómicas (con lo que ahorraríamos más del 3% del PIB) junto con los miles de cargos políticos instalados mediante la “dedocracia” de los partidos y esos sempiternos sindicalistas liberados hace centurias de cualquier obligación laboral.
Y si no era esto suficiente, la ministra Salgado anuncia que la edad de jubilación subirá a los 67 años. Diseñar un sistema de cálculo de pensiones más racional debe estar fuera del alcance de sus mermadas neuronas achicharradas al leer el manual del nuevo Iphone 4 que la semana pasada se repartió entre todos los congresistas. Para predicar con el ejemplo, su señoría debería conceder las mismas prebendas con las que gozan nuestros representantes, al resto de los españoles y permitirles que con seis años cotizados se hiciesen merecedores de la pensión de jubilación máxima. Luego nos hablan del Pacto de Toledo, pensado para que la generación tapón, esa que ocupa todos los puestos más jugosos de instituciones, partidos, sindicatos y que forman una casposa clase empresarial, cobren suculentas pensiones.
La realidad para los componentes de la olvidada generación X y todos los que todavía son jóvenes -es decir, menores de 35 años- es saber si el día de mañana, habrá mierda para todos.
Un post buenísimo Gorka. Que poca gente acompaña las críticas con buenos datos contrastados y sobre todo con propuestas de sentido común. Me gustaría hacer hincapie en tu idea de que nuestro absurdo e inoperante sistema judicial favorece situaciones como las que describes. Las sentencias llegan cuando ya solo sirven para aliviar el orgullo.
Totalmente de acuerdo. El sistema judicial produce una cantidadde sentencias inútiles y frustrantes que ni siquiera el orgullo del trabajador ve mejorada su autoestima. Es lamentable que en un Congreso repleto de licenciados en derecho, NADIE se preocupe por el tema. Pero claro, tampoco han trabajado en una empresa que no sea la administración pública, como mucho.
(Con independencia del partido aunque esto es mas notorio en algunos) Lamentablemente tenemos una generación de políticos NINI (Ni han estudiado NI han trabajado) y la generación que les va a suceder NI te cuento. Han ido del instituto al pártido sin pasar por la universidad. De currar ya ni hablemos.
Pfff, ahí esta Pepiño con su fabulosa licenciatura de NADA, siempre trabajando (conspirando) a la sombra del PPPSOE. Aquí cerca también tenemos ejemplos, no tenemos más que seguir al Conejo y verás lo que sale, como por ejemplo la fabulosa Ejecutiva de Gruñeitor… Esos del coche oficial no se bajan.
Pues mierda pa’a to’os no va a haber, al menos como esperamos que sea. Aquellos ingenuos con menos de 40 que esperen vivir de su pensión pública, aunque curren desde hoy hasta el final de su vida laboral ¿a los 69 ó 72? mejor vayan generando un plan de pensiones como tal (gestionado por una entidad financiera y con deduciones en el IRPF) o propio (gestionado por uno mismo con sus ahorrillos)… eso o Justino el justiciero.
No sólo se requiere un replanteamiento de las pensiones, sino de la permanencia en la función pública, el cafe para todos en las prestaciones sociales, la sobredosis de administraciones públicas…
Sin llegar a lo de Esparta respecto a los derechos de sus ciudadanos, pero si que se hecha de menos unas prestaciones vinculada a los sacrificios realizados. De lo contrario no llegará la mieda para todos
NaCl U2
Gorka es la lectura de la realidad más clara que he visto en los últimos tiempos. Lamentablemente lo que ya se ha perdido no tiene arreglo y la pena es que cuando miramos lo que nos queda por llegar no es mucho más alentador. Dan ganas de empezar a emigrar a otro pais , pero cuando uno mira lo que hay por Europa tampoco apetece mucho, la verdad.
Es hora de pelear más que nunca como ciudadanos y exigir a nuestro gobernantes una gestión eficaz de nuestro país y por lo tanto de nuestro futuro, aunque por ahora el futuro se ve un poco negro.
Es cierto, esto parece el comienzo del manifiesto Comunista: «Un fantasma recorre Europa…». Ha llegado la hora de exigir y ser exigentes con nosotros mismos. Gracias por tu comentario.
Saludos, Gorka. Solo quiero comentar que el hecho de que este tipo de reflexiones claras, directas y en cierto modo constructivas no aparezcan en los medios de la agenda, significa mucho.
Lo que da la sensación es que con la reforma no querían solucionar el problema, sino hacer otra cosa: dar una señal «a los mercados» y al FMI de que España está dispuesta a obedecer y pasar por el aro del fetichismo financiero.
Creo que por eso los ciudadanos no vemos avance en una ley que lo único que hace es abaratar el despido.
No había pensado en la dimensión del sistema judicial, pero quizá esta sea una forma de distraernos de ese, que es un problema muy grave.
Está en cuestión la capacidad política para gestionar nuestros problemas. Y eso no es poco. Un saludo.
Salud Gork; tus juicios tan preclaros como siempre, da gusto leerte, pero lamentablemente termino deprimido con la lectura de tu blog. Escribe un dia algo pa´ levantar el animo, que me tienes derrengado.
Te prometo que el próximo post será algo optimista y divertido.
Salud e imperio.
Es todo muy triste, realmente. Y son pocas las posibilidades que tenemos, y muchas las dificultades.
Y sin embargo, la historia está llena de injusticias, en todos los sistemas politicos, en todas las épocas y en todas las situaciones. Al final, cada persona tiene que luchar contra la adversidad y luchar por lo suyo. Nadie gasta su tiempo en tratar de ayudar al prójimo. Nadie!!
no todo el mundo