La realidad del comercio electrónico. Poner una tienda en internet es poner una tienda en el desierto. Este es el postulado inicial de esta conferencia, ahora veremos como tener éxito en nuestro negocio en internet.
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COMUNIFRIKIS por Gorka Zamarreño
Uno de los grandes hitos de la ciudadanía fue la toma de la calle, convertir los espacios de las ciudades en lugares cívicos donde reunirse y manifestarse. El final del siglo XVIII trajo consigo un nuevo modelo de relación con los espacios públicos. De la plaza mayor con olor a bruja y hereje a la parrilla se pasó al debate ciudadano. Los espacios públicos siguieron conservando su importancia pero transformados. Los Sans Cullottes hicieron de ellos su universo particular donde los afeitados se imponían hasta la coronilla. Durante dos siglos, nuestras calles han visto desfilar grises con porras en la mano, revoluciones de claveles, filósofos arrancando adoquines, grandes marchas raciales sobre capitales imperiales, un sinfín de movilizaciones que dieron preeminencia a los ciudadanos.
Sin embargo, ese espacio de debate se ve amenazado por un nuevo y curioso fenómeno nacido de la globalización. Al calor de la MTV, la radiofórmula y…
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La globalización era esa gran esperanza de fundirse en un abrazo entre todos los seres humanos en un mundo sin fronteras ni desigualdades. Sin embargo, la crisis desatada en el siglo XXI, y no sólo me refiero a una crisis económica sino a un final de paradigmas y una profunda crisis de pensamiento, un crepúsculo del deber, nos enseñan que la vieja geografía impone su dictado y sus condiciones como lo ha venido haciendo históricamente.
Nos encontramos ahora en una nueva etapa en la que el realismo ha sido rehabilitado. Thomas Hobbes, que ensalzó los beneficios morales del miedo y consideró la anarquía como la mayor amenaza para la sociedad, ha desplazado a empujones al humanismo de Isaiah Berlin y se ha convertido en el filósofo del momento. Los ideales universales han quedado de lado: lo importante ahora son las particularidades que marcan la diferencia, ya sean la etnia, la cultura o la religión.
Lo cierto es que la globalización está reforzando la importancia de la geografía. La integración económica está debilitando a muchos Estados y dejando al descubierto un mundo hobbesiano de regiones pequeñas y fraccionadas. Dentro de ellas, se están reafirmando las fuentes de identidad locales, étnicas y religiosas, referenciadas a zonas geográficas específicas. La crisis económica actual está aumentando la relevancia de la geografía aún más, debilitando los órdenes sociales y convirtiendo las barreras naturales del planeta en la única frontera.
Si se quiere entender hasta qué punto la geografía es concluyente, es necesario remitirse a aquellos autores que creían que el mapa determina casi todo, y que el margen de maniobra para la acción humana es escaso. Así lo esbozaba es el historiador francés Fernand Braudel, que en 1949 publicó la magna obra El Mediterráneo y el Mundo Mediterráneo en la Época de Felipe II. Los acontecimientos políticos y las guerras nacionales están condicionados por fuerzas medioambientales. Para Braudel, por ejemplo, lo que espoleó las antiguas conquistas griegas y romanas fueron las sequías y el clima incierto de las tierras pobres situadas a lo largo del Mediterráneo. En otras palabras, nos engañamos al pensar que controlamos nuestros destinos. Para entender los desafíos que plantean el cambio climático, el calentamiento de las aguas del Ártico y la escasez de recursos como el petróleo y el agua, debemos recuperar la interpretación medioambiental de Braudel.
El medio físico impone su cruel ley, la de el clima y los ciclos del suelo, la de las posibilidades de poseer acceso a los recursos minerales de manera que las sociedades humanas se ven impelidas a luchar contra este determinismo. La tecnología ayuda a superar estas barreras pero no lo es todo y el siglo XXI será el momento de Euroasia. En el pasado, un territorio escasamente poblado actuaba como mecanismo de seguridad. Sin embargo, ahora, a medida que va desapareciendo el espacio vacío, el propio «tamaño finito de la tierra» se convierte en una fuerza de inestabilidad. La demografía, los recursos y el desafío del cambio climático impondrán su cruel realidad a no ser que sepamos buscar soluciones adecuadas.
COMUNIFRIKIS por Gorka Zamarreño
Nunca me gustó el fútbol muy a pesar de mi padre, rabioso hincha del Athletic de Bilbao. Todavía conservo alguna fotografía en la que aparezco vestido con toda su equitación, lo peor aquellas medias blancas y rojas a rallas tan ridículas caladas y ajustadas hasta las rodillas. El deporte en general y el fútbol en particular son, desde hace décadas vehículos utilizados por le poder para el enaltecimiento de los Estados. Olimpia, ese ejemplo de plasticidad de Leni Riefenstahl refleja la obsesión de Hitler por demostrar la superioridad de la raza aria.
En España, donde los cuerpos serranos, la grasa y el colesterol hacen mella en las estadísticas médicas, debido a la sustitución del tradicional bocata de jamón por el “bollicao” hipercolesterólico y la comida congelada, nos acercamos a la vorágine absoluta encarnada en el “Deporte Rey” . Y es que hemos pasado de fútbol los sábados y domingos a…
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